miércoles, 1 de agosto de 2012

Ojala

Ojala puedas verte al espejo sin fruncir el seño y logres quererte a ti misma tal y como quieres al resto.
Ojala puedas reír sin pensar en nada y que no te ahoguen las culpas por derrochar carcajadas.
Ojala no te compren nunca con palabras vulgares o sonetos de medias tintas que dicen ser verdades.
Ojala vuelva a ti todo aquello que creíste perdido, el tiempo, los días y los abrazos que se llevó el olvido. 
Ojala puedas entender los derrapes y desvaríos 

que  tan a menudo cometo, 
pues ni el más sabio está exento 
de las torpezas del pecho.  



"Se rompió la cadena que ataba el reloj a las horas,  se paró el aguacero ahora somos flotando dos gotas, agarrado un momento a la cola del viento me siento mejor, me olvidé de poner en el suelo los pies y me siento mejor."


Juan C Portela

martes, 17 de julio de 2012

Buenos Deseos


Que sean amables contigo las nubes de tu cielo, que espere hoy por ti el tiempo, que no te corran las prisas y que encuentres y te encuentres siempre que los demás te crean perdida. 



Juan C Portela

sábado, 7 de julio de 2012

El Manual


¿Estás enamorado de tu vieja amiga? ¿La secretaria de tu oficina te tiene a mal traer y no sabes como conquistarla o hacer que se fije en ti? Tranquilo mi estimado Romeo, hoy te serán develados los pasos secretos para conquistar a una mujer.

Paso primero: Es fundamental a la hora de organizar una cita tener en cuenta el lugar para la misma. Este no debe ser por ejemplo un cine, porque indudablemente serás interrumpido cada vez que quieras decir algo. Otro punto a tener en cuenta en el primer paso es como invitar a la cortesana, jamás digas algo así: “el sábado tengo el día libre, podríamos salir a comer ¿Te parece?”, el error aquí es notable, le estas dando una opción “B”, dicha opción es que te diga “Lo pensare”, nada es más negativo que esas dos palabras. Así que lo optimo sería no darle opciones: “El sábado estoy libre, te invito a comer”, de esta manera ella no te vera como una alternativa.

Paso segundo: Momentos previos a la cita. Seguramente ya le contaste a todos tus amigos que ella aceptó salir contigo e incluso ya has fantaseado con lo que “puede” pasar, pero ella, por su parte le ha estado preguntado a sus amigas como hacer para evitarte porque es notorio que a aceptado tu propuesta por mera lastima. Si, así es la cosa amigo. Pero no te desalientes, esto no quita que aún puedas conseguir lo que quieres.

Paso tercero: Te has puesto a ver algunas películas románticas para inspirarte y has empezado a creer que con un ramillete de flores y un discurso romántico ella va a caer a tus pies. Dos errores, el primero: Se ha puesto de moda eso de defender a cualquier ser vivo, digamos, lo que tú consideras un buen gesto será interpretado como un genocidio hacia unas indefensas flores. Segundo error: el discurso romántico es valido cuando ella tiene o ha tenido en ti algún tipo de interés y bien sabes que eso no es así. Por lo tanto hay que descartar ambas ideas.

Paso cuarto: En plena cita. A estas alturas te habrás dado cuenta de que nada ha servido ensayar premeditadamente un discurso interesante, ya que no encuentras forma alguna de empalmarlo con el tema de conversación. Si llegas hasta este punto lo mejor es emprender la retirada antes de que derrapes a lo tonto.

Paso quinto: ¿Te diste cuenta que a veces las cosas no salen como uno espera? Supongo que ya se te ha pasado el abatimiento estupido y ahora estás dispuesto a seguir dando pelea. Lo que sigue no es tan bonito, pero es sumamente necesario si lo que quieres es hacerte con su amor. ¿Has visto a sus amigas? ¿Notaste a la gordita fea, coje nunca que anda siempre con ella? Bueno, deberás hacerte íntimo amigo. La razón es muy obvia, dicha amiga es para ella una especie de consejera y si te la pones en contra jamás, pero JAMÁS conseguirás lo que quieres.

Paso sexto: Ya eres culo y calzón con la gordita coje nunca, ella te ha contado todo sobre tu amada y ya es momento de emplear todo ese conocimiento a tu favor.
Pídele una nueva cita, procura que sea por la noche y en lo posible bebe algunas copas para desinhibirte.  

Paso séptimo: Ha llegado el momento de ser detallista, hazle un cumplido que no escuche con frecuencia, por ejemplo “que lindas pestañas” suena tonto pero siempre funciona, eso marcara la diferencia entre tú y el resto. Pero cuidado, no seas tan detallista porque puede que piense que eres algo afeminado.


Paso octavo: Suponiendo que los pasos anteriores te han salido a la perfección en este momento ella debe estar esperando el beso. Es importante antes de que te abalances sobre ella, chequear que no haya algo que puedas tirar al piso (un vaso por ejemplo) hazlo de manera lenta y sutil, a fin de cuentas ya has logrado lo imposible.

Bueno, aquí concluye el manual ¿O queres que te explique como tenes que garchar?

Juan C Portela 

sábado, 12 de marzo de 2011

Feliz Día Mujercita (Más Vale Tarde Que Nunca)

Te extraño y no se me ocurre nada más que decirte, te extraño.


"Cuando no estas el tiempo parece no pasar para mí"


Juan Cruz Portela

jueves, 10 de marzo de 2011

Hablando Con Mi Cerebro

Salí a caminar llevando sobre mis hombros el peso una pregunta que no pude responder “¿Por qué haces esto?” me preguntaste y no supe que decir. Quizás esta noche, bajo el tenue brillo de esta luna perezosa pueda encontrar una respuesta digna o al menos una respuesta original.

El guiñar de las viejas farolas, el olor a aceite quemado de los colectivos, la intermitencia de los semáforos y la notable ausencia de la fauna urbana conforman un cóctel indispensable a la hora de pensar.

Una banca solitaria sale a mi encuentro, me corta el paso y me invita a pensar sobre sus añejas y despintadas tablas. Accedo sin chistar, enciendo un cigarrillo y mi cerebro dispara sin piedad sobre mí la misma pregunta.

– ¿Por qué haces esto?

– Porque la quiero – respondo sin dudar.

– ¿Por qué la queres? – indaga una vez más.

– Porque es especial.

– Seguí caminando quizás encuentres una mejor respuesta en la próxima esquina.

Sigo caminando sin rumbo fijo, unas calles más adelante un semáforo en rojo me obliga a detenerme. En la esquina del frente una casona tan antigua como maltratada hacía lo posible por mantenerse en pie, resistiendo, a pesar de las grietas que el tiempo abrió en sus paredes.

– ¿Por qué haces esto? – volvió preguntar.

– Porque la quiero – respondí una vez más.

– ¿Por qué la queres?

– Porque así lo siento. – respondí titubeando.

– Mejor sigamos caminando. -

Vuelvo a retomar mi rumbo desconocido y otra banca solitaria aparece delante de mí, empiezo a pensar que ya he estado en este lugar. Me siento una vez más y un perro se acerca lentamente a mí con cierta desconfianza, es un perro de no más de tres años pero parece que la vida no lo ha tratado del todo bien. Flaco, repleto de pulgas y con los ojos inundados de tristeza es el fiel reflejo del alto precio a pagar cuando se le confía el corazón a cualquiera. Chasqueo mis dedos para invitarlo a mi lado, este se acerca temeroso, pongo mi mano sobre su lomo y lo acaricio varias veces. Me sorprendo al ver que en pocos minutos ya toma confianza y mueve la cola en señal de agrado, esto me hace pensar en que a ambos nos basta con sólo una caricia para olvidarnos del pasado y volver a confiar.

– ¿Por qué haces esto? – preguntó mi cerebro.

– Creo que ya tengo la respuesta.

– Me gustaría escucharla.-

– ¿Te acordas de la casona antigua?

– Por supuesto ¿Qué tiene que ver con esto?

– Mucho. Esa casona sigue en pie porque tiene buenos cimientos y lo va a seguir estando eternamente sin importar cuantas grietas haya en sus paredes porque la base es sólida.

– Sigo sin entender.

– Mi amor hacía ella tiene cimientos tan fuertes como los de aquella casona, podrán sus paredes agrietarse pero jamás se vendrán abajo.

– Buena respuesta, son cimientos compuestos por: confiar, creer, sentir y dejarse llevar ¿No?

– Exacto.

– ¿No son acaso esas mismas creencias las que llevaron a este perro a la ruina? Digo si le prestas atención al pobre por creer y confiar lo hicieron pelota.

– Pero mira como mueve el rabo a la mínima muestra de afecto, esto quiere decir que no existe daño irreparable y que no siempre lo que se deja ver por fuera es tan malo como parece.

– ¿Me estas tomando el pelo?

– Sus heridas son por vivir y no se puede vivir sin errar, pecar, herir o ser herido. Es la sal de la vida. Mil patadas le han dado y aun así no aprende a desconfiar.

– ¿Es amor?

– Es amor.

– ¿Y que serias capaz de hacer por ese amor?

– Todo, inclusive aquello que no quiero hacer.

– ¿Incluso alejarte?

– En caso de que me lo pida lo haré sin dudar, no quiero ser un estorbo.

– Sólo me queda hacerte una pregunta… si esa casona antigua y este perro mal herido se te asemejan ¿En que lo hace esta banca solitaria?

– Esta banca solitaria es el lugar a donde vengo a pensar antes y después de tropezar.

– Entonces aquí te espero.

– Hasta que volvamos a vernos entonces.

– Así es… hasta el próximo tropiezo.


“Pide lo que quieras y por ti lo haré realidad, pide que me desvanezca y por ti me desvaneceré”


Juan Cruz Portela

lunes, 7 de marzo de 2011

Bitácora

Bajo las nubes de este cielo federal te escribo estas líneas, para contarte en pocas palabras cuan presente has estado en este viaje.

Estando en el aeropuerto, momentos antes de realizar el check in para abordar el avión, sentí pánico. Temía que al pasar por el detector de metales la policía aeroportuaria se percatara de que en el pecho llevaba algo más valioso que cualquier objeto material que se pudieran imaginar. Pasé disimulando mi disimulo para no llamar la atención, no quería que nadie metiera maliciosamente sus manos en mi pecho y arrancara de mis adentros tu recuerdo. La suerte debió sonreírme pues pude pasar sin inconvenientes.

Llegue a destino convertido en un traficante de recuerdos, lo cual no me genero culpa alguna ya que lo volvería a hacer unas mil o dos mil veces de ser necesario.

Una vez en el hotel desempaque mis maletas, pero no desempaque de mi pecho tu recuerdo ya que no confiaba en las mujeres encargadas de la limpieza de la habitación ¿Cómo reaccionaria yo si al acostarme cayera en la cuenta de que ya no estas en el lugar donde cuidadosamente te había dejado? Seguramente hubiera puesto patas para arriba cada rincón hasta encontrarte.

Una noche la nostalgia me encontró parado en la esquina de Callao y Sarmiento, y fue en ese instante en que sentí la ansiosa prisa por volver cerca de tu orilla. Ya no me importaba si de mi puerta a tu ventana el trecho era largo, estrecho y empinado si de mí se había apoderado la necia necesidad de verte.

Volví al hotel un tanto melancólico y un tanto abatido, repose la cabeza en la almohada y comencé a pensar en cuan diferente sería esta fría habitación si al despertar fuera tu sonrisa la que iluminara los rincones oscuros y no este sol necio que se cuela entre las cortinas dándole a las paredes amarillentas de esta prisión una tonalidad sepia y sombría. Sería tan distinto si el sonido de tu voz acallara en mí el ruido insoportable de esta ciudad y su gente, sólo con tu presencia podría pertenecer y soportar este infierno terrenal, pero estando a medias la lejanía cae sobre mis hombros tornándose insostenible e insoportable.

Ya faltan apenas unos minutos para volver y estoy ansioso por verte y contarte los detalles de este viaje. Loco por decirte que he pensado en ti cada mañana, que me he desvelado cada noche para cuidar desde aquí de tus sueños y que a pesar de la distancia nunca estuve lo suficientemente lejos como para que no escuches el susurro de mis pensamientos.

“Pasajeros del vuelo 1538 con destino a la ciudad de Córdoba abordar por la puerta 8” – Es hora de volver…


A la pequeña de la pequeña nariz. Soy de donde vienes, pertenezco a donde vas.


Juan Cruz Portela

lunes, 28 de febrero de 2011

¿Ligero Equipaje Para Tan Largo Viaje?

Antes de emprender este viaje le daré una última revisión al equipaje, pues, no hay para mí nada más molesto que llegar a destino y darme cuenta de que algo se me olvido. Para ilustrar el grado de importancia que tienen las cosas que suelo olvidar al hacer la valija les diré, que el verano pasado fui a la playa y al llegar caí en la cuenta de que había olvidado empacar la malla. Como este viaje es por de más importante que un paseo por la playa en enero, he decidido revisar mi equipaje cada vez que cargo algo más.


* Papel y tinta (para dibujarte con palabras)

* Hilo y aguja (para coser tus heridas)

* Alcohol (del que se usa para desinfectar)

* Alcohol (del que se ingiere)

* Aspirinas (para contrarrestar el efecto del alcohol que se ingiere)

* Ropa (obviamente)

* Cigarrillos (para los nervios)

* Nervios (para los cigarrillos)

* Paciencia (poca pero algo es algo)

* Dos manos (para levantarte)

* Sonrisas (para regalarte)

* Una brújula que dice que el sol sale y se pone en tu mirada (en caso de que lo olvide)

* Un paraguas (por si llueven prejuicios de la boca de terceros)

* Una tijera (para cortar los hilos que te amarran a la realidad)

* Dos alas (para que puedan tus sentidos volar)

* Un cuento (para que crees en el, para que vivas en el)

* Un castillo sin grietas ni goteras (para que te refugies de la tormenta)

* Un reloj (para saber que aun queda tiempo)

* Un corazón (… lo llevo puesto)


Creo que no me olvido de nada, así que… ¡a recorrer su mundo!


A la pequeña de la pequeña nariz. Me perdería en el camino sólo para volver a sentir emoción al encontrarte.


Juan Cruz Portela